Desc: Appuyé au mur: Dirigida por Jacques Meilleurat. Con Basile Meilleurat, Roseta. El experimentado cineasta Jacques Meilleurat siempre ha sido discreto y hace películas a un ritmo modesto y con poco dinero. Su última obra pone en escena esta necesidad financiera: en el supuesto comienzo, hay un antiguo contrato ficticio firmado con un editor para contar la historia de una vida marcada por el abuso sexual. Este diario está dictado en una antigua grabadora. Eso es lo que representa la película. « Bernard », el nombre del protagonista, es interpretado por el director. Cuenta la historia, su historia y toma poses. Sentado, tumbado, de pie, 'apoyado contra una pared', pero también bailando como si estuviera poseído. Intercala también un puñado de fragmentos de películas, realizadas hace tanto tiempo, que son cruciales aquí y que evocan personajes de peces extremadamente perturbados y que también son cruciales aquí. Cortometrajes caseros, aireados, improvisados ​​en la misma línea que Méliès o los surrealistas, películas que no están en sintonía con lo que la cámara puede ofrecer hoy. Pero si la violencia de sus comentarios va de mal en peor, la película va cuesta abajo, salpicada de sorpresas. Uno podría pensar que está en el infierno y en una montaña rusa, casi sin mover el marco. Meilleurat nos lleva a lo largo de este viaje sin fin. Es como si estuviera interpretando el lamento sin parar y es un formalista el que emerge, un formalista apasionado por su arte, sus posibilidades, disparidades y libertad total y absoluta. Si Meilleurat se apoya en una pared es, por supuesto, para hacerlo mejor y apuntar aún más alto: hacia arriba y hacia el cielo. (Jean-Pierre Rehm)